¿De qué color es la piel de dios?


Y la tonada seguía: "Todos son iguales a los ojos de dioooos..." No se me quitan de la cabeza estas frases de una popular tonada de hace muchos años. Ni recuerdo quién la cantaba ni quién la compuso. Pero la relacioné con el muy serio debate sobre los derechos de los homosexuales. El del aborto ni se diga: en los medios de comunicación, dentro y entre los partidos políticos, las iglesias, los intelectuales, a nivel nacional y también en el Vaticano.

Hace poco leía en una revista que llegó a mis manos, "Revista de Pensamineto Polítco", llamada Confluencia XXI, editada ni más ni menos que por el PRI. Lo digo porque llama la atención el tratamiento de la temática, la decisión editorial de divulgarlo, que parecería apoyar fuertemente a la dirigencia de su partido, Beatriz Paredes Rangel y asociados, lo que hacen en al realidad aunque lo niegen en público. Uno de los artículos principales se llama "Discurso Conservador, Ideología y Preferencias Partidistas", escrito por el Dr en ciencia política Manuel Alejandro Guerrero. Desconozco si milite o sea simpatizante del PRI. Una de tantas conclusiones a las que llega es sorprendente: (...) "entre los católicos que reconocen tener una definición ideológica, quienes están al centro son los más númerosos".

El Dr Guerrero utilizó para sus interesantes conclusiones una encuesta patrocinada por la National Science Foundation de Estados Unidos.  Este proyecto denominado "México 2006 Panel Study", que también recibió financiamiento y apoyo operativo por parte del periódico Reforma, incluyó a una decena de académicos e investigadores de México y de Estados Unidos. El tema ya lo dijimos y la conlusión general es esta: En base a esta encuesta cuyo universo de encuestados fue de 2,400 individuos, "es posible darse cuenta que ni las preferencias religiosas, ni su intensidad, tiene relación clara ni con las posiciones ideológicas ni las preferencias partidistas de la población". El PAN parece no estar solo.

De acuerdo a este artículo-ensayo, la presidente del PRI y su círculo más cercano, han estado actuado acertadamente, como si siguieran un guión perfectamente pensado y calculado. Dice el Dr. Guerrero: "De hecho, los católicos que declaran una más intensa identificación partidista son simpatizantes del PRI con una diferencia importante frente al PAN".  En la práctica, el trío PRI-PAN- Iglesia Católica han promovido que en muchos Estados del país se castigue legalmente a aquellas mujeres que decidan abortar sin importar el grado de desarrollo del feto. Encuestas son encuestas.

Pero también partidarios del PRD apoyan ese castigo, a pesar de que los dirigentes perredistas del Distrito Federal son los principales promotores de la ley que permite a la mujer (y me imagino también a los hombres, parejas o no) abortar si así lo decide(n). A elegir en función de una decisión estrictamente personal no llevar a termino la procreación. Esta ley o este apoyo legal se había ganado a sangre y fuego para ser incluida en las constituciones de los Estados, que ahora las clases políticas locales, incluyendo a Gobernadores y élites, han dado marcha atrás por la presión ejercida por la iglesia, el PAN y ya no sorprendentemente por el PRI y una buena cantidad de perredistas.

La iglesia católica ha venido saliendo del ostracismo al que fue sometida por los Estados laicos y participa ahora abiertamente en política. El derecho al aborto así como los derechos de los homosexuales a decidir sobre su propia vida, es una asunto político, social, ciudadano, terrenal, y sin dudar de moralidad individual, en los cuales la Santa Señora Iglesia (no es Señora ni Santa, ni apoya las posiciones femenistas) sobre todo la grey católica y una buena parte de simpatizantes de los partidos políticos apoyan. Siguiendo las tendencia marcadas por las encuestas, por los resultados electorales, por como está conformada la ideosincracia de la población, al menos la tercera parte de los mexicanos en edad de decidir apoyan el castigo al aborto y tienen aversión al matrimonio entre homosexuales y desde luego a la posibilidad de que éstos opten por la adopción.

El problema de esta coalición de intereses es que la iglesia católica reclama que la ley de dios, de cristo, está por arriba de las leyes promulgadas por los hombres (como especie hombre y mujer), por encima de la laicidad del Estado. Comparecer ante la ley de dios esta por arriba de las leyes de los Estados, de los hombres, dice el Cardenal Carrera, pero en la tierra quiere adelantarse a esa comparecencia. El "pecado" debe castigarse primero aquí, y luego en los cielos. El monopolio del castigo al pecado y su absolución es su monopolio. El hombre nace "impuro", porque es producto de una relación carnal. La inglesia nos vende esa redención, afirma tener la exclusividad del dogma, de la fé, de las imágenes y estandartes. La iglesia y los católicos más duros, sean del partido que sean, o se autonombren apolíticos, quieren adjudicarse el derecho a castigar en nombre de su dios, desconociendo que este dilema es tan viejo como la historia de la religiones y la de los Estados.

Millones de muertos a lo largo de la historia ha cobrado esta pugna. La separación iglesia-Estado costó sangre a la humanidad, en nombre de la ley de dios se sacrificó a sociedades enteras, se arrasó ciudades, pueblos, civilizaciones. Se sacrificaron inocentes y se reclamó en nombre de dios, de cristo, del dogma, de la fé, el derecho a imponer una iglesia, una religión, un poder supremo y una cosmogonía. El monarca absoluto del Vaticano, el nuevo Papa de origen alemán, apuntala firmemente esta postura. Ha señalado con el dedo a Las Américas como el territorio en donde se desarrolla la batalla entre ambas leyes, la de dios y la de los estados. Sin embargo el aborto y la libertad a decidir de los homosexuales son asuntos políticos y de moralidad personal. En todo caso debe ser una batalla en los congresos no en las iglesias. La iglesia quiere que una parte de la sociedad, muy grande por cierto, no tenga derechos, ni en la tierra ni en el cielo. "Algo sobre lo que están obligados a reflexionar las cúpulas de ese partido", concluye el Dr. Guerrero. Yo agregaría: de todos los partidos.

Comentarios

  1. Alfredo

    Este tema del aborto, lo aborda de mejor manera (con humor ácido) y mayor contundencia un comediante gringo llamado "George Carlin"; siempre me río cuando lo repaso. Si te apetece puedes echarle un ojo en:http://www.metacafe.com/watch/2900165/george_carlin_sobre_el_aborto_subtitulado/

    Ya te envié un mensaje a tu buzón.

    Saludos desde acá.

    José Luis

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