Biciclopedia
En la ciudad de los embudos la solución debe ser quitar espacio a los automóviles. Por eso me ha hecho pensar muchísimo el proyecto bicicletero del "carnal" Marcelo Ebrard. Cuando lo echó a andar, él mismo se montó en una de las ecobicis y encabezó el nutrido séquito de funcionarios todos trepados en una bicicleta, que frágil se ve de lejos, parecen hechas para niños, y armando todo un embudo de tráfico porque se les ocurrió circular por una arteria "exclusiva" para privilegiados vehículos automotores. Dicen que se pasó cuatro semáforos en rojo. No lo dudo. Sería parte del "Show" para ganarle la nota a Peña.
Él lo pudo hacer porque es el jefe de gobierno del DF. Pero si a un ciudadano se le ocurre rentar una de esa bicicletas para trasladarse dentro de una de las colonias pequeño burguesas elegidas para el proyecto, se va a topar con que no hay por dónde circular a menos que se ponga al tú por tú con los agresivos automovilistas. Porque Marcelo ofreció que después mandaría pintar las "ciclovías". No antes. Si no hay por dónde circular quién querrá agarrar una biocicleta? ¿Será como el carril confinado al metrobús? ¿Quitarán los autos estacionados en los arroyos? ¿Quién lo hará? ¿La autollamdas "gruas seguras?
"En su recorrido de inauguración del programa Ecobici, Marcelo Ebrad se paso cuatro semáforos en rojo." Esto reportó la prensa. Y ni se despeinó ni se preocupó, quizás él la vea fácil pero organizaciones de ciclistas han presional al gobierno el DF a reglamentar el uso de la bicicleta y por tanto a los vehículos automotores, lo cual se ve auténticamente en chino. Cuántos ciclistas no han sido arrollados y muertos por un automovilista?
Estas organizaciones de ciudadanos han hecho de todo. Hasta se han recostado en las arterias impidiendo el paso de los vehículos. Ebrard se ha mostrado permeable al uso de la bicicleta, pero el problema es que por ejemplo en Europa, de donde ha tomado el modelo, hay otra conciencia civil y vial, que no se obtiene de un día para otro. No sólo se trata de comprar las bicicletas, emitir reglamentos, poner muchos ciclo-parking. Lo fundamental que es la educación, la capacitación, el respeto, las ciclovías, ¿cómo se llevará a cabo?, parece más como sueño que como realidad. Por eso se ha optado por promoverlo en zonas de medio y alto poder adquisitivo. ¿Más concientes?
A partir del martes 16 de febrero, la ciudad de los embudos cuenta con un Reglamento de Tránsito adaptado a la conciencia cicística. El gobierno capitalino publicó en su Gaceta Oficial un decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones del Reglamento de Tránsito Metropolitano.
En el documento se establecen algunas modificaciones, principalmente para los peatones y los ciclistas. Por ejemplo, para los conductores de vehículos se prohíbe:
Transitar en ciclovías y ciclocarriles.
Detener su vehiculo sobre un área de espera ciclista.
Los ciclistas tiene derecho de preferencia sobre el transito vehicular cuando transiten por la ciclovia y algún conductor pretenda cruzarla para entrar o salir de un predio.
Los ciclistas deberán "compartir de manera responsable con los vehículos y el transporte público la circulación en carriles de la extrema derecha".
En caso de que no se respete el paso al ciclista, el conductor será sancionado.
Asimismo, el ciclista deberá cumplir con lo siguiente:
Usar aditamentos o bandas reflejantes en la noche.
Circular por las vías destinadas para ellos.
Deberá indicar con el brazo para donde dará vuelta
Los ciclistas tienen prohibido circular por carriles centrales e interiores de las vías de acceso controlado. Tampoco deberá circular entre carriles salvo cuando busque colocarse en un lugar visible
Bueno, gracias por su tiempo. Es imposible que esto se lleve a buen término. ¿Dónde van a meter a todos los vehículos estacionados en los carriles derechos? Marcelo ha utilizado la bicicleta como vehículo de autopromoción. Aunque ni duda tengo de que sea una solución a largo plazo para volver sustentable a la ciudad de los embudos, primero está su futuro político. Se le ha visto circular por ejemplo en compañía de la popular Ana Guevara, con políticos y representantes ciudadanos del DF. En Europa lo ha hecho también, con frío y todo. Cada mes rigurosamente se va a su trabajo en bici. Pero siempre va cuidado, le van abriendo paso. Así hasta yo.
Lo dije en "La Ciudad de los embudos", primero metió a la fuerza los lugares para aparcar bicicletas, después concesionó el servicio a una empresa extranjera que ya las opera en Europa, quienes al parecer adquirieron las frágiles bicis, y al final pensará por dónde abrirles espacio para circular.
Anoche venía caminando por la calle de Puebla, en al colonia Roma, una arteria muy transitada y complicada, que inicia en la Av Cuauhtémoc y termina en la Av Veracruz, cruza toda la Roma. Cerca de la av Sonora, el encargado del proyecto bicicletero puso una "parquímetro" de bicis, no sé cómo llamarlo. Los vecinos lo observan con curiosidad pero no se atreven a acercarse. Normalmente están custodiados por policías armados. Hay adquirir una tarjeta, como si fuera un cajero electrónico.
Uno de los vecinos comentó: "¿Y si hay una emergencia, si viene una ambulancia, dónde se va a estacionar? Tampoco pensaron en los minusválidos..." Es que el parking de bicis lo montaron sobre el arroyo vehícular, a la orilla de la banqueta, quitando lugar para estacionamiento". Es curioso que la gente piense primero en los inconvenientes del parqueo de bicis, cuando ese lugar por ejemplo, serán unos 30 metros de largo por 8 de ancho, es utilizado precisamente para estacionar autos. Y si hay un accidente o no puede pasar un minusválido a nadie le importa que haya automóviles estacionado con el infaltable "viene viene" girando su trapo.
Este proyecto me ha causado sentimiento encontrados. Como lo he dicho, el problema no son las bicis. El problema es que nosotros en nuestra feceta de automovilistas nos molesta compartir las calles, queremos que en los embudos no haya quien pase primero, ni bicis ni motos ni peatones. No queremos ir atrás de una pachorruda bici, y queremos dar vuelta a la derecha sin ver si alguien viene al lado o un peatón va a cruzar la calle. No frenamos, queremos pasar primero. Para cumplir el nuevo reglamento tendríamos primero que alfabetizarnos a nosotros mismo, a los "despiadados y egoístas conductores". Ya ves que las reglas hechas así al vapor no sirven de mucho, por ejemplo a todos nos engañó la industria de bares y restaurantes poniendo "terrazas" libres de humo pegadas a las zonas de no fumar. ¿Qué los inspectores no se dan cuenta que el humo entra de todas maneras? ¿Reciben dinero? O la regla es la letra muerta...
Otros parquímetros de bicis están sobre la av Durango y más adelante sobre Mazatlán. El proyecto habla de 84 paraderos y más de 1,000 bicicletas para ser utilizadas en tramos cortos. El costo del servicio será de 300 pesos al año. Los que viven por ahí se darán cuenta que varios ciclistas en bicicletas propias prefieren circular por el camellón. No hay señales de ciclovías, aunque ya está diseñado el logotipo. Es un avance. Recuerden que este proyececto no es nuevo.
En un viaje que López Obrador realizó a Colombia, le gustaron dos cosas para la ciudad de los embudos: El llamado metrobus para sustituir "peseros", y las ciclovías, de hecho se hiceron un par y luego mandó pintar sobre algunas calles la imagen de una bicicleta que si la siguen siempre está invadida por autos estacionados, o no llega a ningún lado.
Pero como una imagen de bicicletero no le convenía, entonces mandó agrandar las vías para que circularan más autos, en un segundo piso que también fue muy controvertido. Tanto que ni se sabe cuánto se gastó y a quién benefició realmente. Dejó de lado a la"gente buena".
Para evitar los embudos se ha probado de todo. Pero cualquier solución ha resultado lo contrario: más embudos. Y lo peor, nudos ciegos. El centro histórico de la ciudad de los embudos está plagada de bicitaxis y las mototaxis se ven en la periferia. No hay como quitar de las arterias a la plaga que son los microbuses. Hay paraderos improvisados en todos lados. Y en ellos comparten el espacio con los comerciantes ambulantes. O ex-ambulantes, porque nadie los puede ordenar ni quitar de donde han formado peligrosos embudos. Si de verdad se quiere una ciudad menos contaminada con menos autos, y menos desorden hay que hacerle como los chinos, antes de que se volvieran al capitalismo. Hay que pensarle.
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